¿Que es la tendinitis?
La tendinitis es una lesión ampliamente relacionada con el deporte. Consiste en una inflamación del tendón provocada normalmente por una lesión recurrente o por la repetición del mismo gesto o movimiento de forma continuada en el tiempo. Es el caso por ejemplo de las lesiones de tendinitis en el hombro o tendinitis en la muñeca por la practica de tenis.
También hay otras causas como las metabólicas, provocadas por defectos en la alimentación o la hidratación; las vertebrales, afectaciones degenerativas de la columna; o de origen degenerativo, asociadas al envejecimiento y desgaste prolongado del tendón. En la mayoría de los casos el daño no se encuentra solo en el tendón, sino que afecta a más tejidos de alrededor, como músculos o la vaina sinovial que recubre los tendones, entre otros.
¿Que debo hacer si tengo tendinitis?
Aunque los primeros días con tendinitis se debe guardar reposo, no es necesario esperar a una recuperación completa para retomar la actividad deportiva, ya que el ejercicio moderado, combinado con la fisioterapia, reduce el dolor de la lesión y favorece su recuperación. El control de la intensidad del entrenamiento es clave para evitar forzar el cuerpo y empeorar la lesión.
Cuando puedo hacer deporte si tengo tendinitis
En el momento de retomar la actividad física, en conjunto médico, fisioterapeuta y entrenador personal, deben valorar las circunstancias que han conducido a la lesión. El terreno, por ejemplo, es una de las principales causas de tendinitis en el tren inferior, ya sea por su mal estado o por la falta de entrenamiento específico. Es el caso de quienes están acostumbrados a entrenar en cinta de correr y salen a la calle con la intensión de cumplir con los mismos tiempos de trabajo. Primero se debe adaptar el cuerpo a los diferentes terrenos para, posteriormente, aumentar la intensidad y el rendimiento.
Además, se deben valorar la variabilidad de los ejercicios, la técnica, los tiempos de entrenamiento e incluso el calzado para buscar el causante de la inflamación y evitar futuras lesiones.
Curarme rápido de una tendinitis
Para que la vuelta al deporte sea lo más segura posible y contribuya a la recuperación de la lesión, desde Centro Médico El Pilar se recomienda:
- Entrenar de forma progresiva: durante las primeras sesiones se debe entrenar a intensidad baja-moderada, sin intentar recuperar la intensidad y el volumen de ejercicio previo a la lesión, hasta que remita el dolor.
- Variar en todo lo posible el entrenamiento: evitar repetir constantemente los mismos movimientos. De esta forma no se fuerza la zona de la tendinitis y se previenen futuras lesiones.
- Practicar estiramientos: los estiramientos son una parte fundamental de la recuperación. Con la ayuda de un fisioterapeuta se deben realizar estiramientos pasivos para inducir la relajación del músculo para que se reduzca la tensión sobre el tendón. También es positivo realizar ejercicios de auto estiramientos para hacer en casa o en el gimnasio y continuar con el objetivo de relajar la musculatura.
- Respetar los tiempos de descanso: a pesar de las ansias por recuperar la normalidad y alcanzar el máximo rendimiento deportivo, no se debe forzar el cuerpo restando tiempo al descanso. Tras un entrenamiento de intensidad más o menos alta se debe respetar un descanso de 48 horas. El descanso, según el grado de la lesión y el progreso de la recuperación, puede consistir en una actividad de más baja intensidad o simplemente dar un paseo para mantener los músculos activos pero no forzarlos.
- Cuidar la hidratación y la nutrición: siguiendo una dieta equilibrada con un alto porcentaje de frutas y verduras de temporada, se deben evitar sobre todo los azúcares, ya que provocan una mayor respuesta inflamatoria. Una ingesta adecuada de agua es clave para garantizar el buen funcionamiento de músculos, tendones y articulaciones.
Natación y tendinitis
El ejercicio más recomendable para curarse de una tendinitis ya sea en la mano , en el hombro , en la muñeca o en el pie, es el entrenamiento en piscina debido al escaso nivel de impacto del agua en el aparato locomotor. Nadar o completar circuitos de ejercicios de fuerza y movilidad dentro de la piscina permite una vuelta gradual a la actividad y nos pretege la zona afectada de futuras lesiones. A pesar de ello, tanto fuera como dentro del agua, se debe prestar una especial atención a las sensaciones del cuerpo y cómo responde al deporte.
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