Tratamiento con peeling facial

Estos procedimientos ofrecen una serie de beneficios para la piel de las personas que las emplean. A continuación, algunos de los principales beneficios:

Peeling facial, la eliminación de células muertas y exceso de grasa: Este tratamiento, está diseñado para eliminar las células muertas y el exceso de grasa de la piel que se encuentran en la zona del rostro. Mediante la exfoliación controlada, se promueve la renovación celular, así como mejorar la textura y la apariencia de la piel.

También ayuda a reducir los poros dilatados, suavizar las arrugas más finas, mejorar la luminosidad y estimular la producción de colágeno. Gracias a la eliminación de las impurezas acumuladas, se facilita la absorción de productos para cuidar la piel y promover una piel mucho más saludable y radiante.

Peeling facial, la reducción de arrugas y líneas de expresión: Este tratamiento es muy eficaz para reducir las arrugas y las líneas de expresión. Gracias a que exfolia la piel y estimula la regeneración celular, promoviendo la producción del colágeno y elas3na.

Peeling facial, la mejora de la textura y luminosidad de la piel: También la textura y la luminosidad de la piel se ven mejoradas, gracias a la exfoliación de las células muertas y estimular su regeneración. Proporciona una piel mucho más suave y radiante reduciendo los poros dilatados, manchas y cicatrices superficiales.

Peeling facial y la disminución de manchas y cicatrices: Este tratamiento es eficaz para disminuir la apariencia de manchas y cicatrices en la piel. Gracias a la exfoliación de las capas más superficiales de la piel y de la regeneración celular.

Peeling facial y la estimulación de la producción de colágeno:
Este tratamiento también estimula la producción de colágeno en la piel una proteína esencial y vital para la elasticidad y la firmeza de la piel, lo que contribuye a la mejora de la textura y la apariencia general.

Mediante la exfoliación de la capa superficial de la piel, se promueve la regeneración celular y se activa la producción de colágeno, una proteína clave que permite mantener la piel firme y elástica.

Como resultado final de este tratamiento puede variar en función del tipo de tratamiento que se haya empleado, así como la profundidad del mismo y las necesidades individuales de cada persona.

Tanto el nivel de incomodidad o dolor durante la realización del peeling facial puede variar según el tipo, la intensidad del tratamiento y de la sensibilidad individual de la piel de cada individuo.

Mientras algunos peelings químicos más superficiales pueden causar una sensación de ardor o picazón leve, similar a la de una ligera quemadura solar, la cual suele ser tolerable y acabar desapareciendo de una forma muy rápida.

Otros, peelings más profundos o agresivos pueden causar un mayor grado de incomodidad, cuya sensación puede variar desde una sensación de calor intenso hasta un leve dolor casi insignificante.

Además, en la utilización del peeling facial se suele necesitar de anestesia local o algún tipo de sedación mínima para reducir posibles molestias. Tras el procedimiento es algo habitual experimentar la sensación de tener una piel más sensible o irritada. Esto suele desaparecer al poco tiempo y se puede aliviar dicho dolor mediante la aplicación de ciertos productos calmantes y la adopción de una rutina de cuidado más adecuada.

El tiempo de recuperación  tras la realización del peeling facial puede variar en función del tipo, la intensidad del tratamiento y la respuesta individual de la piel. En los tipos más superficiales, es posible que puedas experimentar un enrojecimiento, así como tener la sensación de tener una piel más sensible durante uno o dos días.

Posteriormente, suele aparecer una descamación fácilmente controlable con cremas hidratantes. En los tipos más profundos o agresivos, la recuperación suele ser mucho más prolongada. Pudiendo experimentar una inflamación más pronunciada, acompañada de un enrojecimiento intenso y una descamación mucho más significativa durante los primeros días que incluso puedo prolongarse hasta 2-3 semanas.

Si, se recomienda una serie de cuidados comunes que son los siguientes:

Mantener la piel limpia: Lavando el rostro suavemente con un limpiador suave y agua tibia. Evitando frotar o utilizar productos abrasivos que puedan irritar la piel.

Mantener una hidratación adecuada: Mediante la aplicación de cremas hidratantes que permitan hidratar la piel para evitar la sequedad.

Utilizar protección solar: Es de vital importancia proteger la piel del sol tras este tratamiento. Para ello, es necesario utilizar un protector solar que cuente con un factor de protección solar superior a 30 y aplicarlo de forma generosa sobre el
rostro cada vez que salgas a la calle.

Evitar la exposición solar: A lo largo de la fase de recuperación del peeling facial, es importante evitar una exposición directa al sol, siendo recomendable emplear sombreros o gorras.

Evitar el empleo de maquillaje: En los días posteriores al peeling facial, es
preferible evitar utilizar maquillajes, para permitir que la piel pueda respirar y
recuperarse de forma adecuada.

Evitar rascar o exfoliar la piel: Siendo esencial esta práctica. Debemos dejar que la piel se vaya desprendiendo de una forma totalmente natural para evitar causar tantas lesiones provocadas por las uñas como posibles irritaciones.

Existen varios tipos de peeling facial, que varían en función de su profundidad. Algunos de los que podemos encontrar son:

Peeling químico superficial

Este tipo de tratamiento es un procedimiento cosmético donde se emplea una solución química suave para exfoliar y renovar las capas más superficiales de la piel. Este tratamiento se realiza principalmente en la epidermis, es decir, la capa más externa de la piel. A lo largo de este procedimiento, se aplica una solución química en formato gel o líquido sobre la piel de la cara.

Las sustancias químicas comunes que más se utilizan en este tratamiento incluyen el ácido glicólico, ácido salicílico y ácido láctico. Estas sustancias ayudan a disolver y eliminar las células muertas, además de estimular la regeneración celular y la producción de colágeno. El tiempo de aplicación puede variar en función del tipo de piel que tenga cada individuo, así como los objetivos que pretendamos alcanzar con dicho tratamiento. Normalmente, se deja actuar durante unos minutos antes de ser neutralizada o lavada.

Este tipo de tratamiento es mucho menos agresivo si lo comparamos con otros tipos como el peeling medio o el peeling profundo. Además, este procedimiento está diseñado para tratar los problemas de la piel más superficiales como pueden ser la textura irregular, una hiperpigmentación leve, el acné suave, las líneas finas o la falta de luminosidad.

Peeling químico medio

Este tipo de peeling emplea sustancias químicas más concentradas para exfoliar y rejuvenecer la piel. Este tratamiento alcanza la dermis superficial, es decir, la capa intermedia de la piel. Durante este tratamiento se aplica una solución química, principalmente ácido tricloroacético en la zona de la cara. Dicha sustancia provoca una exfoliación controlada de las capas superficiales de la piel, que permite eliminar células muertas y estimulando la regeneración celular.

Este tipo de tratamiento es efectivo si queremos tratar condiciones de la piel como las arrugas finas, cicatrices del acné, una hiperpigmentación moderada, manchas solares, una textura irregular. Aunque también puede mejorar la producción de colágeno y la elastina.

Peeling químico profundo

Este procedimiento estético es más agresivo que los anteriormente mencionados, dado que en su funcionamiento se emplean unas sustancias químicas fuertes para exfoliar y rejuvenecer la piel en un nivel mucho más profundo, llegando a las capas más profundas de la piel, incluyendo la dermis profunda. En las sustancias utilizadas podemos encontrar el fenol, que penetra profundamente en la dermis, estimulando la regeneración celular y promoviendo la producción de colágeno y elastina.

Este tipo de peeling resulta eficaz para tratar las arrugas más profundas, las líneas de expresión severas, las cicatrices ocasionadas por el acné, la hiperpigmentación pronunciada y el daño solar avanzado. También contribuye a la mejora de la textura general de la piel y lograr un efecto de rejuvenecimiento mucho más significativo.

En determinadas situación no podemos tratarnos con peeling facial y deberemos buscar otro tipo de tratamiento alternativo, esto puede ocurrir en los siguientes casos.

– Estas embarazada o en período de lactancia: Tanto durante el embarazo como el período de lactancia, es aconsejable evitar este tratamiento, dado que algunos de los productos químicos que son empleados en el peeling facial pueden ser absorbidos por el cuerpo, pudiendo llegar a representar algún riesgo para el feto o el bebé.

– Herpes activo: En caso de que padezcas actualmente un brote activo de herpes que afecte al área fácil, es vital posponer este tratamiento. Tanto la exfoliación como la manipulación de la piel puede empeorar el brote y acabar propagando el virus a otras zonas de la piel.

– Piel inflamada o con posibles heridas abiertas: Tanto si tienes una piel inflamada, irritada o con heridas abiertas que se encuentran en el área que vayamos a tratar, es de vital importancia evitar realizar el peeling facial. Dado que su tratamiento puede agravar la inflamación, así como retrasar la cicatrización de las heridas.

– Queloides o padecer una cicatrización anormal: Si cuentas con antecedentes en la formación de queloides, es decir, cicatrices sobreelevadas o si padeces una cicatrización anormal. Existe un riesgo de que el proceso de curación tras la realización de un peeling facial pueda acabar desencadenando una respuesta más exagerada de cicatrización.

– Empleo de medicación fotosensible: Ciertos medicamentos pueden ocasionar que la piel se note mucho más sensible a la luz solar y por lo tanto aumente el riesgo de posibles quemaduras o hiperpigmentación si realizamos un peeling facial.